así que guardé en la maleta algunos libros
antes de descender por la resbaladiza pendiente
que me llevaría a la muerte
Antes de desintegrarme,
antes de que las puertas de la Nada se me abrieran de par en par,
me había prometido sembrar de regalos los parques,
y aprender a ser locuaz y desenvuelto,
para charlar cara a cara con la muerte y mirar a sus ojos de frente
pero de repente,
todos mis planes han quedado en suspenso.
Tú, que has llegado con un beso
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