Cómo hacer para que el día se convierta en especial,
para acabar con la rutina o los enfados,
o esas noches de insomnio.
Uno rebusca en el empoderamiento,
en el llevarse bien,
en trasladar las cosas del exterior a dentro,
para que el paso del tiempo no empuje nuestra mirada hacia la tierra.
Evadirme con el pensamiento.
Imaginarme quemando los puentes, sin posibilidad de volver.
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