Una mujer colosal,
de más de 14,85 metros de altura
cuya mirada me sigue abrasando
y mi voz se quiebra cuando se aproxima
Una hermosa alienígena
que me entregó en la noche una crema de cardos
y se envolvía en almizcle
Una mujer koala
que me despertó a la vida
y llevó de la mano durante trece años de aventuras
Mis amadas
todas ellas comunistas;
construyendo el futuro a contracorriente
Me deshago
con tan solo pensar en ellas
No hay comentarios:
Publicar un comentario