Sobre las 14:30
me abandoné en la cama desnudo
y me acaricié
imaginando escenas deliciosas
con mis amadas
entonces apareció una araña
sobre la pared
permanecía inmovil,
quizá
esperando la nada
Sin embargo
no pareció la muerte
sino el extasis
que entró por la puerta
y se acurrucó entre las sábanas
una embriagadora somnolencia
me hizo caer
y al despertar
la araña se había ido
(Un día después encontré a la araña paseando por la habitación. Me saludó. La saludé. Abrí la ventana, y la indiqué el camino de las nuevas aventuras)
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