Desde que la mujer koala
es friegaplatos como yo
y se sienta en la mesa
de los obreros como ella y yo,
se enciende en cólera
Y abren la boca los compañeros y compañeras
y enseguida se muestran brutales e insensibles
¿Acaso no les amaron cuando eran niños?
La barbarie está dentro de ellos,
como el maligno acechando entre sombras
¡Qué miedo dan los iguales!
Quieren ser Botín
y golpear ellos mismos
a ese puñado de ecologistas
que se encadena a las puertas de la central nuclear
¿Por qué nos quieren tan mal?
¿Por qué nos quieren pegar?
Mi amada y yo no podemos comprenderlo
pero ella, se enciende en ira
Aman tanto el pais
que lo quieren destruir
¿Qué les ha ocurrido? -me pregunto-
¿Por qué sus cuerpos se parecen cada día más al kiwi?
Ella dice que no se puede hablar de raices cuadradas
con quién está aprendiendo a sumar
yo la digo
que es una cuestión de conexiones neuronales
y mapas mentales
Ella dice que son raros y frikis
yo la digo que también soy raro y friki
Ella dice que ya está aburrida
yo la digo que deberiamos encontrarnos en estado de flujo
Ella dice que nos tendríamos que haber largado a Islandia,
a una fábrica de pescados cuando eramos jóvenes
Yo la doy la razón
Ella estalla en cólera cuando hablan los locos
yo apelo a su humanidad
pero a veces
también me enciendo en ira
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