miércoles, 17 de agosto de 2011

Primer poema escrito desde el trabajo

Ayer sucedió algo inaudito al finalizar la jornada:
perdí la cabeza durante tres segundos

por suerte un compañero la encontró sobre un armario metálico
en el despacho del auxiliar administrativo

fué la luna llena
un principio de demencia
pensar en ti
demasiada cerveza
falta de sueño
venenosos cafes
un fin de semana emocionante
y varios trillones de cigarritos de liar

Un cerebro efervescente



2 comentarios:

  1. Pues suerte que la encontrasteis (la cabeza, digo), porque yo alguna vez me he tenido que volver a casa sin ella...

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  2. Suele pasar. El problema estriba en que uno siempre la encuentra al volver al trabajo trabajo...

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