Ayer sucedió algo inaudito al finalizar la jornada:
perdí la cabeza durante tres segundos
por suerte un compañero la encontró sobre un armario metálico
en el despacho del auxiliar administrativo
fué la luna llena
un principio de demencia
pensar en ti
demasiada cerveza
falta de sueño
venenosos cafes
un fin de semana emocionante
y varios trillones de cigarritos de liar
Un cerebro efervescente
Pues suerte que la encontrasteis (la cabeza, digo), porque yo alguna vez me he tenido que volver a casa sin ella...
ResponderEliminarSuele pasar. El problema estriba en que uno siempre la encuentra al volver al trabajo trabajo...
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