Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
jueves, 18 de diciembre de 2014
Dejar de ser otro
He pasado de cuerpo en cuerpo
sin conseguir escapar de mi condición.
Esa condición,
un plano inclinado donde resbalar.
Ese hilo que nunca que se rompe y que me lleva a mirar a los ojos
de mis antepasados, los muertos.
Esclavos que murieron sin dejar de serlo.
Arrastrado por las procelosas corrientes del mundo líquido,
no sé donde acabaré,
ni en que cuerpo despertaré.
En otro, sin duda.
En otro cuerpo cayendo.
A saber quién soy yo, a estas alturas de la vida.
Quizá un mono que habla desde una prisión.
Pero puedo consolarme cerrando los ojos
Dormir.
Esperanza de ser algún día yo.
Romper el hilo que nunca se rompe.
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