Hay noches que eres Luna blanca e inalcanzable.
Cadavérica.
Iluminando objetos monstruosos.
Nada es real.
Te separas cada vez más,
y yo,
aúllo como un loco.
A veces eres Sol.
Yo era el ciego al que devolviste la vista
después de tan negra noche.
Si me aproximo a ti, no puedo.
Es seguro que me abrasaré por el fuego.
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