Despierto siendo incorruptible,
un virtuoso,
y trato de sistematizarme,
de crear un plan perfecto durante el día,
de acciones encaminadas a la creación, al saber y al bien,
Por ejemplo:
un collage,
un libro,
y un zumo.
Todo va sobre ruedas, hasta que cae una mota de polvo
proveniente de algún lugar del cosmos,
y se posa sobre mi alma
y entonces todo se turbia,
me como un bollo,
enciendo un cigarro,
desordeno el piso indolentemente.
Me miro al espejo,
y ese chico que era pura esencia, se desintegra delante de mis ojos.
Y entonces arrastro la pierna, como un hombre herido,
buscando un lugar donde caer muerto.
Y resucito todos los días como el hombre perfecto.
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