sábado, 2 de mayo de 2015

Tercer día: convertirme en bicicletero

Si no me hubiera bebido ayer la botella de Lambrusco
estaría más despierto.

No tengo tiempo. Todos mis asuntos han de posponerse.
Asuntos por los que se sostiene el cosmos.
Sin ellos hace tiempo que el universo habría caído sobre mí, implacable.

Con Alicia a las 11:00 para desayunar.
Con Yolanda a las 14:00 para comer.

Volver corriendo

Metamorfosearme en bicicletero, pero la rueda está pinchada.

Insisto: metamorfosearme en bicicletero,
de la misma manera que los mortales les apetece convertirse en pequeños dioses.

Y ahora que ha caído la noche,
¿qué hacemos Miguel y yo en un concierto más allá de la ciudad?

Algún día tendremos que volver a casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario