Yo sabía que me encontraba en la esencia,
en esa cosa diminuta que todavía permanecía en mi cuerpo, desde que era niño,
aunque como un resorte, reí como los otros,
y como los otros, caí como un durmiente.
Percibí algo de inquietud, ante el gran incendio que devastaba el mundo,
pero nada sentí por los otros, muy otros, atrapados por el fuego.
no pude oir sus pensamientos,
que sin embargo eran los míos.
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