Y entonces todos fuimos a dormir.
Nos entregamos al sueño, y cerramos los ojos.
Estábamos dispuestos a hibernar de nuevo.
Tiene cosas buenas eso de permanecer acurrucado durante años,
durante el largo invierno,
comes poco, a penas gastas energía,
los pájaros se ponen contentos porque durante el tiempo del frío,
ya no hay hombres que lancen piedras contra los nidos.
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