domingo, 25 de octubre de 2015

Mi próxima visita a Constant

Por aquello de habitar por un día en la ciudad del futuro
tengo que ir a ver a Constant,

tomaré notas de sus palabras, y por si acaso su ciudad fuera incompleta,
como debe ser,
llevaré tierra para acabar con el fangoso barro de la burocracia, que no lo es.

La burocracia en la ciudad del futuro deberá de ser como el chicle,
un espacio donde el invisible tendrá cuerpo,

pensábamos que no existían, pero bajo el microscopio los invisibles resulta que hablan.

No se trata exclusivamente del juego, de superar el trabajo, de abolir el estado de necesidad,
sino que los mudos asombren con sus palabras.

Una ciudad donde los ciegos recuperen por fin la vista.







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