Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
domingo, 4 de octubre de 2015
Mi Señora, la descolonizadora,
la que juega al ajedrez con Salario,
a la que busco, la inexistente,
la que sin embargo ha dejado algunas pisadas indelebles en la arena de la playa.
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