Cuánto se ha escrito sobre mí,
cuántos bosques cayeron para escribir toneladas en mi contra.
Y ahora, es como si no existiera,
aunque hubo un tiempo en el que fui un gigante.
Caminé algunos instantes a través de las nubes.
Desperté en una pesadilla con la promesa de que era futuro.
De verdad te digo que no sé de donde saqué las fuerzas.
Sin aire,
sin tiempo,
y sin embargo lo moví todo.
Vi como los ojos del desprecio, de repente, un día me tuvieron miedo.
Y ahora es como si no existiera.
Están borrando todos mis pasos,
mi voz,
mi signos,
ya apenas se me oye,
y aunque todavía quedan algunas de mis huellas en estos tiempos,
a veces no sé quien soy.
Llegaron los robots, pero quizá ellos no son el problema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario