viernes, 1 de julio de 2016

Sueño con invertir las piramides

Por cada minuto que no tengo, los gramos pesan un poco más.

La existencia ahora es más pesada.
Se me cae el libro de entre las manos, pesa quintales,
y se hace el oscuro, los párpados vencen.
El aire ya no es liviano, es carga.

Y todo porque cada segundo se lo ha llevado otro;
El Gran Afanador, que se asoma gracioso entre las nubes.

Por eso soy un demócrata, 
por eso tiro piedras a dios, 
por eso escupo a nuestros representantes.

Sueño con invertir las pirámides,
con volver a atrapar el tiempo,
ser ligero,

con la llegada del gobierno de los pobres libres.










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