Te vi.
Apenas eras un pequeño punto en la lejanía,
y de repente, dejé de sentir esta zozobra que me tiene agarrado el pecho.
Me saludaste desde el horizonte, y yo, dibujé aprisa tu retrato,
como aviso a los del mañana
de que todavía existía la esperanza
mientras caía,
caía y caía.
Antes de desaparecer por completo de la corriente histórica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario