Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
sábado, 18 de julio de 2015
En la exposición comentada del Reina Sofía
Éramos cuatro, y yo el infiltrado.
Observábamos un cuerpo desnudo y moribundo
de Francis Bacon.
Éramos cuatro, y yo era el esclavo,
el que arrastra las piedras y las cadenas al caer la tarde.
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