martes, 13 de febrero de 2018

Dices que yo soy Kevin Johansen

Dices que soy Kevin Johansen,
pero a mí me tiembla la voz.

No he conseguido mantener la máscara más que un instante.
Enseguida cae el telón,
y he de aparecer en el escenario, semidesnudo, con todas las vergüenzas a la vista.

Él, toca el ukelele, desenvuelto,
como un ser apolinio en lo alto del centro del mundo.

Yo, toco la flauta de oídas, solitariamente, a escondidas,
como aquel sileno perdido en el bosque.
Ya sabes, en el laberinto, donde la vejez crece.

Jamás saldré.
He de morir allí.
Dando vueltas y vueltas, escuchando las risas de las gracias,

a lo lejos.

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