lunes, 5 de febrero de 2018

En contra de Nuestra Señora (de Pablo y Nuestra Señora)

¡Atención, atención!
¡Estamos en contra de Ella!

Aunque una vez, es cierto, sentí su mano en mi mano.
Mi boca en su boca.

Es preciso decirlo:

No existe.

Aléjense de Ella.
Al caminar, su paso fractura el país, dejando un surco enorme:

El Abismo.

Aunque tiene otros nombres, impronunciables,
siempre lejos del ministerio de economía.


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