Las cosas amontonan como una montaña a punto de derrumbarse.
Ideas, ensueños, proyecciones, compromisos y deseos,
se me acumulan,
parecen uno de esos montones de naranjas del mercado.
Y yo frente a ello.
Voy a recoger un recuerdo, un mundo desordenado,
una de esas resonancias futuras,
y ahora solo me queda morir sepultado.
Es una buena muerte.
Entretenido he pasado la vida.
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