sábado, 19 de diciembre de 2015

Es de noche, pero mantengo cierta esperanza todavía

Si abrir los ojos cambiaran las cosas de sitio,
si madrugar en la mañana del sábado permitiera algunos milagros,

como si pudiera conseguir un efecto mágico. Esto es:
 de repente, esa enorme roca, se detiene.
¿No sientes más oxígeno de golpe?
Quizá, todavía podríamos existir unos días más.

Ya sabes, el domingo el sentido del voto podría recobrar el sentido.
Y nosotros, los esclavos, al mirarnos al espejo nos reconoceríamos por fin.

Podríamos detener el tiempo durante unos segundos y crear una bifurcación en el espacio,
esa puerta, que al abrirla, nos llevara hasta Nuestra Señora.

Solo durará un instante.
Después, se cerrará de nuevo.







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