Se levantó una mañana siendo un monstruo, afable,
recogiendo el fin del mundo en las calles
y envolviéndolo en bolsas de plástico negras.
Era invisible,
siempre fuera del centro de las miradas,
y por lo que le dijeron,
el culpable de sus circunstancias.
Por lo demás, vivió en el infierno.
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