sábado, 15 de agosto de 2015

Trato de sumergirme en la Genialidad Colectiva,
disfrutar del karaoke,
de tres minutos y medio de fama,

y ya es hora. Pierdo el envoltorio como por arte de magia,

y el N17 cae sobre mí, como un enorme águila, arrastrándome a Carabanchel Alto,
a esa madriguera sin fin,
donde siempre se cumplen los deseos,


aunque por el camino he perdido uno mis zapatos.



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