Trato de sumergirme en la Genialidad Colectiva,
disfrutar del karaoke,
de tres minutos y medio de fama,
y ya es hora. Pierdo el envoltorio como por arte de magia,
y el N17 cae sobre mí, como un enorme águila, arrastrándome a Carabanchel Alto,
a esa madriguera sin fin,
donde siempre se cumplen los deseos,
aunque por el camino he perdido uno mis zapatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario