viernes, 20 de noviembre de 2015

Primeros minutos en el paraiso

Despierto en el mismo lugar, y sin embargo todo está cambiado.
Tan solo hay un extenso lecho césped.

Aquí debería encontrarse el piso de alquiler donde vivía, donde todo se me desordena,
donde ya no hay nada.
Ni la cama, ni los muebles.
Hasta mi cuaderno, mis notas y dibujos han desaparecido.

ni siquiera la cama o los muebles,
ni un solo cuaderno.
Mis notas y dibujos han desaparecido.

¿Dónde sta mi barrio?.

Otros hombres y otras mujeres despiertan al mismo tiempo que yo,
sobre este manto de yerbas que se extiende entre pequeños manantiales
y árboles frutales,
que se pierde más allá de la mirada.

Quisiera hablar con mis amigos y la familia, pero no puedo. No sé donde están.
Solo me quedan unos vecinos todavía asombrados,  con los que jamás cruce ni una sola palabra.

Mi piso ya no existe.
Siento que la entropía se ha alejado del mundo inesperadamente.




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