Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
sábado, 8 de octubre de 2016
Era lo suficientemente grande para caer por él,
y caíste,
y nadie te hizo caso.
Fue solo un segundo.
Sabes que tienes que estar atento,
siempre atento.
¿No ves que crecen abismos tu paso?
Por suerte no desapareciste.
Quedaste atrapado en él, durante horas,
sin que nadie te echara una mano,
como esa papelera de la que hablamos antes.
Cuando te rescataron
tan solo te quedaba la mitad del cuerpo.
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