Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
lunes, 10 de octubre de 2016
Ha bajado el subalterno, el cerdo, un perro y algún hámster,
y nunca vuelven los pobres.
Regresan sus jaulas vacías.
Y el agujero se hace más grande.
Se come la tierra con ansia incontrolada.
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