miércoles, 10 de mayo de 2017

Llegada de Pablo al infierno

A pesar de su verde fosforescente,
Pablo,
ahora es invisible al ojo.

Ha entrado por primera vez en el infierno, con su barba de cuatro días,
arrastrando los pies,

a ese lugar donde uno queda fuera de la mirada de los otros,

de donde quizá, nunca salga jamás.

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