viernes, 12 de mayo de 2017

Robot

Y es que el robot, el que ha sido llamado para sustituirte,
es mucho más hermoso que tú,

juega con los niños,
saca a los perros y a las abuelitas de paseo,
los ciegos salen de lo oscuro, cuando están a su lado.

Es mil veces más productivo, lo siento.
Además, también limpia el polvo acumulado entre los libros.

Si tiene que desnudarse, se desnuda,
pero mantiene el gesto contenido siempre que sea preciso
durante las reuniones literarias.

Sabe hacer el amor, por supuesto.
Se entrega a todo hombre, a toda mujer que lo pide,
sin discriminar por la edad,
ni por el cuerpo, que la naturaleza nos ha ido dando o arrancando,
ni por el título o grado superado.
Si ya no puedes caminar, te seguirá queriendo.
Si has perdido la belleza durante el gran incendio de la existencia,
te besará.

Escribe poemas personalizados, a mil por hora.

Ha dejado de dormir en el ombligo,
y ahora se dispone a narrar la vida.

Es frío y metálico, no tiene pulso,
 y sin embargo, es él, el que vive.

Solo le falta una piel tersa y cálida,
pero la tendrá.

Qué hermoso es.
Quién pudiera soñar con un poeta balanceándose en su vida.








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