jueves, 8 de junio de 2017

La vuelta al orden

No es tanto que me arrastres del pelo,
ni que un pobre hombre vaya empujando mi cuerpo
con un tridente a mi espalda

ni siquiera se trata de una poderosa fuerza extraña
llegada de improviso de un lugar ignoto,

sino que es el signo de los tiempos
que se me clava en el pecho,

es el tiempo del veneno que se inocula en el ser,
donde perder la voluntad.
Es esto, la cobardía.
El temor a decir no.

Porque Moloch es soslayable, amigos.
También se puede ir de frente.
Algunos lo consiguen,
la mayor parte muere.

Pero aun así, vuelvo,
y vuelvo solo.



Vuelvo al orden,




No hay comentarios:

Publicar un comentario