Me temo que
si continúas encerrado en ese concepto de lo imposible,
acabarás quedándote ciego
y jamás verás a tu novia futura con toda claridad;
ella no es un estereotipo.
Si me permites, tengo unos ojos que te corresponden,
esto es, un serpenteante rio de pensamientos divergentes,
la tierra donde Mi señora será Nuestra Señora,
donde Los Otros, se habrán convertido en ti.
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