Estoy tranquilo a pesar de todo.
A pesar de ese ovillo enmarañado,
gigantesco,
que gira sobre sí mismo,
y se mueve, voluptuosamente.
A veces se aleja,
otras se acerca.
Y yo puedo caer allí, en cualquier momento,
si es que no estoy atrapado, ya,
como en una nube de algodón dulce.
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