Los robots del futuro, a veces deciden no hacer nada.
Se quedan sentados, inertes, mirando la pared,
en blanco.
Y sin embargo solo piensan en fantasmas,
en mujeres, por ejemplo,
como si ellos, hubieran sido personas antes,
de un tiempo pasado donde los seres y las máquinas compartían las camas,
chirriantes.
Sienten en realidad, que ellos han sido otros.
Desean llegar al cielo de los hombres,
que está prohibido para ellos.
Deberán pasar aquí largo tiempo.
Quién fuera robot, sueñan los fantasmas.
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