domingo, 19 de junio de 2016

Viajar a la velocidad de la luz

Me entristece viajar a la velocidad de la luz.
En tan solo un minuto,
puedo llegar a esa estrella lejana
donde abundan las piedras preciosas
que harán realidad tu deseo.

Me entristece, porque cuando yo regrese, te habrás ido.

Habrán pasado ochenta años.

Te habrás largado al más allá, sin esperarme,
como en unas vacaciones sin retorno.

Sé que no volverás. Nadie vuelve.

O quizá estés aquí, hecha una pasa,
con algunas cirugías plásticas.
Incapaz de reconocerme.

Pero yo tengo el secreto.

La piedra, que podría salvarte.




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