Sé que sientes desprecio, que la percibes como el horror,
o lo imposible,
Sé que no quieres ser tocado por ella, que te dan asco sus manos, ni quieres unos ojos nuevos
con los que el mundo te penetre.
Así que la ves como un monstruo peludo.
¿Ella un monstruo? Ella, la que ha llegado del futuro con un mandamiento enorme,
con la promesa de ser libres.
¿O es que el problema no es tanto dejarse acariciar por el asco de sus manos, que a mí particularmente me parecen las más suaves,
sino que toque a otros, a los que miras, si es que los ves, como trozos de carne
y que tiene los mismos derechos que tú?
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