Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
viernes, 20 de enero de 2017
Una novia robot
Me encanta mirarla.
Ella escribe panfletos contra el ser humano.
Damos paseos, se sobrecoge, queda conmovida por lo sublime.
Me gusta,
quiere llorar pero no puede.
Dicen que todavía no tiene corazón.
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