jueves, 11 de agosto de 2016

Qué regresen los muertos

Regresen todos, no se vayan.

Ya sé que este mundo es demasiado pequeño
para que los muertos resuciten,
pero no se preocupen,
ya encontraremos la manera, quizá apiñados,
para estar todos juntos.

Si es preciso, construyamos mundos subterráneos
de montes fluorescentes y champiñones, 
de inmensos mares, de peces ciegos.
Quizá parezca aberrante, lo sé, pero es que yo quiero estar contigo,
mi muerto. 

Qué importa el escenario,
lo importante es que estemos juntos,
que muero de ganas por conocer el pasado,
por saber quién eras.

Y si es que abrir los ojos, estuviera por siempre prohibido.

Al menos, ay, escríbeme tu libro.















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