Las cosas han debido de cambiar.
Ahora miro a la araña y sé quién es.
Huyo, me enfrento, busco un clavo o un alfiler.
No me entregarme a tus brazos,
no perderé ni un solo recuerdo.
Obtendrás todo de mí.
Me convertirás en momia,
me dejarás sin la esencia.
Y ahora que sé lo que quieres,
la mirada es otra,
quizá la mía,
la de tu enemigo.
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