Es demasiado tarde para negociar.
Sus desastres ya no nos condicionan.
Olvidémosles.
En cualquier caso, jamás nos harían ni puto caso.
Así que nosotros a lo nuestro, a la fraternidad de lo político,
a investigar la belleza,
a instaurar la renta básica universal,
por ejemplo.
Sin embargo, cómo olvidar el sufrimiento inmenso
con el que sembrasteis los cuerpos de la Tierra.
Nacieron pequeños monstruos
Seres minúsculos y desorientados cayendo a la Nada de continuo,
como si jamás hubieran existido.
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