Yo soy de los Otros,
y me encuentro por todos los lados.
Tenías que empujarme hacia la Nada
para descubrir que allí estábamos todos.
Que el sistema métrico había sido abolido,
que nadie medía ni un solo milímetro más que yo.
Lejos del abobinable, del normal.
Al amparo del colectivo.
Sin perder ni una sola mota de mi ser.
Había dejado de ser el imbécil.
Y ahora sabía donde me encontraba.
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