viernes, 31 de marzo de 2017

Alguien trata en vano de talar un árbol del paraíso

¿No oís los golpes?

Toc, toc, toc.

Allí está nuestro hombre, en el bosque, tratando de talar un árbol,
pero le falta el hacha.

¿Cómo diablos íbamos a descubrir el hierro?

Eso nos salva.

Mucho tiempo antes de llegar al paraíso,
dejé de escuchar el golpe del hacha o el crepitar del fuego sobre el bosque

y sólo oía el grito de horror de los árboles ardiendo
mutilados por el hacha.

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