jueves, 23 de marzo de 2017

Pablo abrió los ojos

Pablo había sido creado
a imagen y semejanza del último poeta sobre la Tierra,
aunque era un poco más alto
y su tez verde mohosa,
en vez del macilento rostro del difunto.

Abrió los ojos y miró su cuerpo desnudo.
Flotaba suspendido en un espeso fluido amniótico,
en el interior de una enorme probeta de laboratorio.

Carecía de sexo.

Por lo demás, era idéntico,

pero él, era feliz.






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