Mi reino ahora es submarino.
Mis amigos, los vecinos, mis padres, Caín y Abel,
todos se han reunido en las profundidades.
Ya debe ser la hora de la cena.
Cómo podrán respirar, los pobres, sin branquias,
debajo del agua.
En la gran cena de los crustáceos,
los cangrejos deben estar comiéndose a los hombres.
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