¿Y si matara a ese imbécil dispuesto mutilar el paraíso?
Dan ganas.
Pero no seré yo quién inicie el declive.
Tendré que convencerle.
Que aquí no se precisan casitas de madera,
que puedes vivir en la copa del árbol, si quieres,
que la temperatura es siempre estable,
ideal para dormir desnudo.
Si quieres una casa donde volver, olvídalo,
y búscate un amante.
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