De momento todo está en calma.
La tranquilidad de los días,
ha aminorado la ansiedad de prender fuego al paraíso.
Al desaparecer los objetos, hemos ido olvidando las reglas.
Ya no hay libros, recuerda.
Ni un simple título que demuestre quién eres.
Cuando regrese la historia, jamás habremos existido.
Y el paraíso, será eso, un simple ensueño.
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