Prefiero escribir al musgo
antes que entretenerme con tus desdichas,
en esa gran desventura donde Moloch devoró tu vida.
Nada quiero saber de tus potencias perdidas.
Lo sé, viviste en un mundo de caníbales
donde la poesía estaba proscrita.
¿Y a mí qué?
Recuerda esto por si pudieras verme entre las ruinas.
Yo soy el vivo,
y tú,
eres el muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario