miércoles, 26 de abril de 2017

Mandril en el año 2017

Pudiera ocurrir que las cosas volvieran a su ser,

que las cabras tiren hacia el monte,
y los árboles, por mucho que los podemos
se yergan hacia el sol rebrotando.

Que el terror gris por un tiempo, quizá milenios, gane,
pero en seguida, en cuanto puedan,  los campos yermos reverdezcan
y el rio continúe su verdadero cauce.

Hay veces que las cosas cambian solas,
sin forzarlas.
Los niños caen del árbol,
germinando,
dando frutos pasado un tiempo,
breve,
entre la enormidad de lo inconmensurable.

Como una idea,
un pie en un zapato ajeno,
un invento llegado diez, cien, miel años antes de tiempo.

Hasta que llega su hora.

El pie encaja en el zapato, está construido a medida,
y es del color y gusto deseado,
y el invento ya no queda olvidado en aquel cajón ajeno,
pues el mundo lo estaba esperando.




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