Desde el mismo momento en el que uno decide ser poeta comienzan las dificultades: no sé francés, mi camiseta a rayas ha encogido, mi pipa ha desaparecido durante la mudanza.
domingo, 2 de abril de 2017
Carta de un centenario a una chica de 39
Tienes treinta y nueve, y yo, ciento veintiocho.
Apenas nos separan cien años.
Se hará lo que se pueda.
Comeré semillas de lino durante el desayuno.
Y si me dejas, absorberé tu energía al amanecer.
Con el pelo revuelto,
recién despierta en el lecho,
como un bollo relleno de crema.
Y entonces, se me parará el corazón
de nuevo.
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