Hay días que estoy más tímido.
He cubierto mi cuerpo con hojas de parra, y no sé por qué.
Paso las horas a la orilla de un delicioso estanque
apartado en el bosque,
como que esperando que suceda algo.
Hay días que se cubre el verde y las aguas de bruma,
como un velo,
tras el cual, se encuentra usted, sin duda,
como una fantasmagoría.
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